Empecé con un nuevo proyecto para continuar con la actividad física, en esta oportunidad con mi deporte favorito: La natación
Significó un enorme desafío al inicio, porque nunca había nadado en una piscina olímpica(50 metros), solo de 25 metros. Esto supone un doble esfuerzo al que solía hacer y de hecho cuando empecé, tenía muchas dificultades. Me cansaba en solo una vuelta y tenía que dar ciertos recesos si quería soportar la hora entera.
Inclusive, me acuerdo que uno de los primeros días sentí como si me hubiera dado calambre, porque se había tensado mi pie y no podía doblarlo para patalear. Claramente me asusté pero sabía que eso no podía arruinar mi experiencia y patalee solo con un pie; fui más lento pero llegué hasta que mi otro pie se alivió.
Así fui encontrando estrategias para superar las dificultades que se presentaban por mi inexperiencia en piscinas olímpicas, hasta que mi físico fue mejorando y me adapté a la exigencia d
e una piscina olímpica. De hecho me gané el puesto de primero en el carril pero ahí empezó otra preocupación.


En la siguiente, apliqué lo que había previsto, pero solo fue una ronda pero de 100 metros. Fui moderado al inicio para rematarla al final y terminé en primer puesto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario